miércoles, 8 de septiembre de 2010

Grecia en el punto de mira

Cuando la opinión pública creyó que la actuación del BCE, conjuntamente con las medidas adoptadas por la Comisión Europea y el gobierno griego podrían solucionar el problema de su deuda y ayudarle a encontrar el equilibrio en sus finanzas públicas, los críticos con el proceso eran tachados de Euro-insolidarios.

Cada vez son más los síntomas que alertan que lejos de estar encaminada la solución en Grecia, ésta sólo se ha pospuesto.



El NBG (National Bank of Greece) acaba de anunciar una captación de 2.800 M € de capital, en previsión a la posible reestructuración de la deuda del país, que afectaría al recorte en el pago de los intereses, con la consecuente depreciación de los bonos.

El resto de bancos griegos cargados de deuda pública en sus balances es posible que intenten la misma vía, si tienen la fortuna de encontrar financiación en el mercado.

Otro aspecto a considerar y destacado en un estudio del CFR (Council on Foreign Relations) es la alta probabilidad de quiebra del estado griego en el medio plazo, tal como aparece en reflejado en el siguiente gráfico.




El cálculo de probabilidades de quiebra se basa en el diferencial entre los tipos de interés del bono griego y el alemán. Después del rescate del BCE con el European Stabilization Mechanism (ESM) este riesgo disminuyó sensiblemente (barras roja y azul), aunque recientemente para la deuda superior a 2 años se ha producido un incremento preocupante (barras roja y verde).

¿Cómo se explica este hecho?

El mercado podría estar descontando que Grecia estaría tratando de reestructurar y refinanciar su deuda a corto plazo con el soporte y las ayudas del ESM. Una vez esto conseguido, aumentaría la tentación de quiebra para librarse de la abultada deuda ya sin la necesidad de recurrir a los mercados para la financiación de sus gastos. Al parecer los grandes bancos acreedores europeos, quizás ya en mejor situación, preferirían la quiebra que seguir pagando las deudas de Grecia. Si no hay cambios importantes, todo apunta a que al final se producirá lo inevitable desde un principio.

De forma recurrente los temores al impago de la deuda soberana de los países periféricos reaparecen en la actualidad económica. Estas noticias suelen agitar a los mercados, merman la confianza de los inversores y son la excusa perfecta para debilitar el incipiente proceso de recuperación económica.


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¡Salud y €!

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