Reglas de oro de un inversor de éxito

En la mayoría de ocasiones que en nuestra particular búsqueda de “El Dorado” nos paramos a leer las historias de los grandes inversores o especuladores para conocer la manera como han conseguido realizar su sueño, aparecen conocidos personajes del mundo de las finanzas: Warren Buffet, George Soros, Jesse Livermore… , cuya existencia y enseñanzas, de una manera u otra, nos empeñamos en replicar.

Sin embargo, hay historias de personajes menos conocidos cuyos consejos nos pueden aportar una dosis de sabiduría a nuestra manera de enfocar los negocios y la vida.


En este contexto me he topado con Michael Steinhardt, considerado uno de los gestores más brillantes de hedge fund  (Steinhardt Partners LP) , que consiguió una rentabilidad anualizada del 24,5% anual, casi el triple de la rentabilidad del SP500, en el mismo periodo que estuvo operativo dicho fondo (1967-1995).


Las seis reglas que Michael Steinhardt considera claves, descritas en el artículo “Six Rules”, para llegar a ser un gestor de hedge fund de éxito y que pueden ser aplicables a situaciones de la vida y a decisiones de inversión son:

1. Cometer todos los errores más graves al principio, de esta manera las lecciones más duras se aprenden en los primeros años para después evitarlos. Uno de los errores clásicos es fiarse de los gurús de las finanzas.
2. Dedicarse a lo largo de la vida a hacer aquello que nos apasione, pues es la única manera de mantener el máximo esfuerzo y dedicación que se requiere para tener éxito a largo plazo.
3. Ser competitivo intelectualmente, se trata de estar permanentemente investigando y buscando entre los temas de nuestro ámbito. El truco está en sumergirse en la información y ser lo suficientemente sensible para detectar las oportunidades antes que nadie.
4. Tomar buenas decisiones incluso con información incompleta, nunca se tiene todos los datos necesarios, lo importante es realizar el trabajo de investigación y focalizarse en los hechos que más influyen en la decisión.
5. Confiar siempre en la intuición, la intuición funciona como un superordenador escondido en la mente y del que no somos conscientes. Con el tiempo, la experiencia propia en las inversiones ayudarán a desarrollar la intuición de tal manera que puede evitarnos errores graves.
6. No hacer inversiones minúsculas, si se arriesga el dinero hay que asegurarse que la recompensa es suficiente por el esfuerzo realizado y el riesgo asumido.

De esta lista se concluye que el inversor de éxito a largo plazo necesitará aprender de sus errores, dedicar mucho tiempo y esfuerzo al trabajo, creer en sus posibilidades y no desfallecer, cultivar su “olfato”, asumir riesgos y tener los objetivos claros.

Estas cualidades que son fácil de describir resultan mucho más complejas de ponerlas en práctica de forma constante, sin caer en el desánimo por los difíciles resultados en los inicios. Todo ellas lejos de la idea de algunos que se acercan a los mercados pensando en el dinero fácil, guiados por la esperanza depositada en el sistema comprado a algún gurú o la última recomendación escuchada.


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